Después de conseguir sellar mi credencial, salgo a las 9 de la mañana de la estación de Renfe de Córdoba para iniciar el camino hasta Santiago. El equipaje para este camino está compuesto por dos alforjas en las que llevo, 4 camisetas, dos pantalones, 3 calzoncillos, 4 pares de calcetines, una sudadera, un chubasquero, chancletas para la ducha, toalla, neceser con útiles necesarios para el aseo, media docena de pinzas, una pastilla de jabón, un rollo de papel higiénico, algo de comida para los momentos difíciles, un bote con herramienta necesaria para caso de averías, un maletín con más herramienta, repuestos mas comunes (Cadena, zapatas para los frenos, 3 cables antirrobos, cables de freno y de cambios, 4 cámaras de neumático, etc.), una mochila con el saco de dormir, elementos necesarios para arreglar pinchazos, bomba para inflar ruedas, cargadores de móviles, una base de conexión múltiple de 4 enchufes, una mochila en la espalda en la que llevo toda la documentación y utensilios necesarios como linterna, pilas, navaja, etc. También llevo un GPS Garmin en el que tengo grabados todos los tracks que me ayudarán a seguir la ruta correcta.
Como en todos mis recorridos anteriores los primeros km. los dedico a centrarme con la bicicleta, ya que el peso y volumen de las alforjas resulta muy diferente a lo que estoy acostumbrado durante el resto del año, así que poco a poco en un trayecto completamente llano cruzo Córdoba y comienzo la subida al tramo más duro del día que no es otro que Cerro Muriano
A los pocos km. de la salida, al comenzar la subida por un camino en muy mal estado se me sale la cadena y se queda atascada completamente tensa en los piñones, por lo que tengo que desmontar la rueda y todo el cambio trasero para poder des-tensarla. Una vez solucionado el problema y colocada la cadena y la rueda en su sitio me doy cuenta que los piñones quedan flojos y que no los puedo apretar. Sigo hacia adelante sin poder cambiar de piñón y encuentro a dos señores que tratan de ayudarme sin éxito por lo que me aconsejan que vuelva a Córdoba para solucionar mi problema. Les digo que voy a continuar hacia adelante y que ya encontraré algún taller en el próximo pueblo y me aconsejan un camino para subir hasta Cerro Muriano. En mala hora les hice caso, porque me metí por un camino imposible de circular ni tan siquiera andando y que prefiero no recordar, solo sé que cuando llegue al alto y traté de encontrar una tienda de bicicletas me dijeron que no lo había en este pueblo ni en ninguno de los cercanos.
Continuo hacia adelante con bastantes dificultades pero sin desfallecer pasando por Villaharta, Estación de Obejo, y llego a Alcaracejos donde encuentro sitio para dormir y cenar en el hostal Las 3 Jotas. No han sido muchos km. pero por ser el primer día han sido bastante duros. Llamo a Mikel Torres, alcalde de Portugalete, que tenía un compromiso de conseguirme una camiseta de la Villa, para llevarla durante el camino. Le digo que lo deje para otra ocasión porque ya he salido de Córdoba y le informo que al día siguiente pienso dormir en Campanario. Me dice que piensa ir de vacaciones a Monterrubio de la Serena y que ya me llamará por teléfono para ver donde estoy. El hostal está muy bien y resulta bastante barato.